Mi última boda

Era japonesa, pero no me quería casar, ni vestida de blanco ni con el señor que era mi galán. Lo que sí quería eran fotos y tener una boda, que era a la orilla de un pantano lleno de lirios y sobre cada lirio una computadora blanca.

No tenía cámara, hice esperar a todos porque yo quería mis fotos de la computadora, fui al pantano, y por aperrada me caí, y tiré todas las computadoras que alcancé. Me ahogué y me fui hasta abajo y nadie se dió cuenta, sentí en mi garganta que algo me picaba, era el agua sucia y roja.

Después alguien metió la mano y me sacó, yo ya había tocado fondo, lo malo es que no estaba muerta, porque me sacaron y tenía que volverme a casar.

Después de todo, no me casé, me fui a vivir con un jovencito americano, en un departamento muy oscuro y el estaba lleno de espinillas.

Soñé que había un maremoto, cada vez que retrocedía cerraba puertas  y ventanas y así regresaba y regresaba al centro de la ciudad, por último veía desde arriba como el agua se había tragado a mucha de mi familia, amigos, noviazgo, tal vez hasta a mi, pero yo no me dejaba, al contrario iba a los refrigeradores y congeladores por comida y paletas de hielo.