domingo, 15 de febrero de 2009


Los viajes me ayudan a saber lo hay por fuera, lo que llevo dentro y lo que soy ahora. También me enseñan a ver lo que quiero, me invitan a tomar un paseo o a comer sushi, me rascan con sus uñas por la noche y me tapan con las sábanas rasposas de casa de mi tía. Los viajes me dan frío y el frío ayuda a que el miedo se sienta más. Los viajes reafirman y enamoran, también construyen y causan peleas. Me hacen llorar cuando me despido.

2 comentarios:

Rogelio Baillères dijo...

Por supuesto, pero por supuesto.

Rafael Cuevas dijo...

de quien te enamoraste?
quien te tapo? y hacia frío?